jueves, 24 de julio de 2008

Trolls, gigantes de colina


Un trol (del nórdico troll) es un temible miembro de una mítica raza antropomorfa del folclore escandinavo. Su papel en los mitos cambia desde gigantes diabólicos —similares a los ogros de los cuentos de hadas ingleses— hasta taimados salvajes más parecidos a hombres que viven bajo tierra en colinas o montículos, inclinados al robo y el rapto de humanos que, en el caso de los infantes, eran sustituidos por niños cambiados. También se les puede llamar «gente de la colina» o «del montículo». En los cuentos de las islas Shetland y Orkney, los troles son llamados trowes.
La literatura, el arte y la música nórdica de la época romántica en adelante ha adaptado los troles de diversas formas; a menudo con la forma de una raza aborigen, dotados de enormes orejas y narices. Desde aquí, así como desde cuentos de hadas escandinavos como El gruñido de los tres chivos, los troles han alcanzado reconocimiento internacional y, en la literatura fantástica y los juegos de rol modernos, aparecen hasta el extremo de ser personajes tipo.

Ninfa, espiritu femenino


En la mitología griega, una ninfa es cualquier miembro de un gran grupo de espíritus femeninos de la naturaleza, a veces unidos a un lugar u orografía particular. Las ninfas solían acompañar a varios dioses y diosas, y eran con frecuencia el objetivo de sátiros lujuriosos.
Las ninfas son las personificaciones de las actividades creativas y alentadoras de la naturaleza. La palabra griega νύμφη significa ‘novia’ y ‘velado’ entre otras cosas; es decir, una mujer casada y, en general, una en edad casadera. Otros hacen referencia a esta palabra (y también a la latina nubere y a la alemana Knospe) como una raíz que expresa la idea de ‘crecer’ (según Hesiquio de Alejandría, uno de los significados de νύμφη es ‘capullo de rosa’). El hogar de las ninfas está en las montañas y arboledas, en los manantiales y ríos, en los valles y las frías grutas. Con frecuencia son el séquito de divinidades superiores: de Artemisa la cazadora, de Apolo el profeta, del juerguista y dios de los árboles Dioniso, y también de dioses rústicos como Pan y Hermes, dios de los pastores.

Hadas


Un hada (del latín fatum: hado, destino) es una criatura fantástica y etérea, personificada generalmente en forma de mujer hermosa, que según la tradición son protectoras de la naturaleza, producto de la imaginación, la tradición o las creencias y perteneciente a ese fabuloso mundo de los elfos, gnomos, duendes, sirenas y gigantes que da color a las leyendas y mitologías de todos los pueblos antiguos. Se puede provocar el contacto con ellas desarrollando la visión etérea según las leyendas. La mayoria de ellas se representan con alas.
En los relatos medievales, las hadas (a veces llamadas "El Buen Pueblo" o "La Buena Gente") aparecen relacionadas con encantamientos y hechizos, conocedoras del poder y las virtudes de las palabras, las leyendas y las hierbas, que les permitían mantenerse jóvenes y bellas, y acumular grandes riquezas.
En algunos libros, se menciona que las hadas hacen todas las cosas inocentemente, aunque su comportamiento pueda llegar a ser perverso. En muchos escudos heráldicos de esta época se refleja el mundo de las hadas. Muchos aristócratas querían hacer ver que provenían de un linaje de las hadas.
En la mitología cántabra se las llama anjanas, entre las que están las Ijanas del Valle de Aras, cuya característica es que tienen pechos descomunales y son feas, pero pueden cambiar de apariencia a voluntad. Este mismo tipo de hadas se encuentra en la isla sueca de Gotland. En Galicia se llaman sacias, en Cataluña además de fada, se le llaman goljas y en Baleares Damas de aiguo.
La mitología nórdica y la griega -encarnada en las ninfas y dríades de Homero y Ovidio- influyeron en el concepto que los primeros bardos se formaron de las hadas, pero andando el tiempo los escoceses, irlandeses, galeses y otros pueblos europeos llegaron a poseer un cuerpo lleno vivo de tradiciones, fundado principalmente en las leyendas celtas.

Duendes, protector de la naturaleza


Los duendes son seres mitológicos elementales de la naturaleza, guardianes de los bosques y de todos los seres vivos que habitan en ellos.

Los duendes forman parte de la raza elemental faérica, y junto con sus homólogos elfos, trols y hadas, son guardianes de la naturaleza y son los seres más populares de las mitologías celta y nórdica, ya que tanto vikingos como celtas, veneraban a la naturaleza, a pesar de que durante la Edad Media estos dos pueblos estuvieron en guerra.
Los duendes se distinguen de los elfos por su pequeño tamaño, sus orejas son puntiagudas, algunas especies son de nariz grande y otras pequeña, su cabello es largo y a veces suelen ser peludos y portan largas garras. Generalmente son semejantes a un niño pequeño en estatura, aunque también son descritos subtipos más pequeños; los cuales son denominados duendecillos.
Algunos duendes consortes en brujería o hechicería pagana eran llamados familiares. Se dice que los druidas celtas y los hechiceros los usaban como espías o ayudantes para conjuros, que la Madre Tierra otorgaba estos ayudantes a sus druidas más selectos, y que en el caso de los satánicos, era el mismo Diablo quien los otorgaba; es por ello que se les atribuía forma de un animal pequeño por ser discretos, ya fuera como un gato, hurón, sapo, rata o murciélago.
Suelen ser descritos popularmente como expertos en la magia, adivinación y demás ciencias ocultas, sin embargo, su magia es ineficaz contra alguien que porte un "trébol de 4 hojas", son intolerantes a la imagen de San Patricio, el santo patrón de Irlanda, ya que fue este quien "les desterró de la casa de Dios", aunque en el día celebrado a este santo (17 de marzo) se dice que es cuando todos los duendes y demás seres de la fauna faérica emergen de sus escondites haciendo calamidades por doquier. Se les puede matar con hierro forjado, aunque también se les atribuye vulnerabilidad a la plata, al igual que los hombres-lobo, ya que la plata se considera un "metal santo" y las armas de plata son de especial predilección para hacer frente a demonios y demás seres.
Según las leyendas se pueden crear mediante la obtención de unas plantas que solo salen en La noche de San Juan. Estas plantas se deben guardar en una botella o recipiente fabricado en vidrio de color negro. que no se vea el interior del recipiente. Se debe dejar la botella cerrada durante toda la noche de San Juan y por la mañana abrirla y saldrá el duende creado para ser tu sirviente.
Habitan los bosques en donde las personas tienen poco o ningún acceso; cada 100 años toman para sí una esposa de entre los humanos, la mas hermosa de las niñas, para luego raptarla y desfigurarla hasta el punto de que se parezca a ellos, porque entre los duendes no hay género femenino.

Cancervero, el protector


En la mitología griega, Cerbero (en griego Κέρβερος Kérberos, ‘demonio del pozo’), también conocido como Can Cerberos, era el perro de Hades, un monstruo de tres cabezas (aunque a veces se decía que tenía 50 o 100) con una serpiente en lugar de cola e innumerables cabezas de serpiente en el lomo.
Cerbero guardaba la puerta del Hades (el inframundo griego) y aseguraba que los muertos no salieran y que los vivos no pudieran entrar. Era hijo de Equidna y Tifón, y hermano de Ortro. La existencia de un perro infernal en la entrada de los infiernos parece que ya estaba presente en la mitología indoeuropea original, pues aparece en los mitos de otros pueblos indoeuropeos, como es el caso del perro ensangrentado Garm en la mitología escandinava
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Dragon, lagarto alado


El dragón (del latín draco, y éste del griego δρακον, drakon, "víbora" o "serpiente") es un animal mitológico que aparece en diversas formas en varias culturas en todo el mundo, con diferentes simbolismos asociados.

En cada civilización la figura del dragón juega un papel importante como dios, guardián, y en algunos casos como demonio, pero todos estos sentidos mitológicos están de acuerdo en que se trata de un ser poderoso y respetable, en algunas civilizaciones es reconocido también por poseer gran sabiduría. Los dragones a menudo pasan por tener un significado espiritual mayor en varias religiones y culturas del mundo.
El que tanto culturas occidentales como orientales haya imaginado reptiles gigantes y alados se puede atribuir al contacto con gaviales, cocodrilos y caimanes; al hallazgo de fósiles de dinosaurios mezclados con otros de animales voladores como pteranodontes y avimimus [cita requerida] y a la asociación de lagartos y reptiles con la sexualidad masculina. En Sudamérica en particular ha habido muchos descubrimientos de dinosaurios emplumados, lo que explicaría su versión de los dragones [cita requerida]. Algunos afirman que los dragones realmente existieron basándose en que en cada cultura habla de dichas criaturas desde mucho antes que tuvieran comunicación entre si, no se lo dejan a la casualidad, no obstante el hecho de que existan fosiles de dinosaurios en todo el mundo puede ser una explicación fiable para entender ese fenomeno.
Fue venerado en la antigüedad por todo tipo de civilizaciones, desde la egipcia, pasando por las indostánicas y las antiguas civilizaciones aztecas y mayas: la serpiente. La serpiente de Adán y Eva, las serpientes representadas en los símbolos de las farmacias y en la vara de esculapio, símbolo de la medicina, así como las serpientes que llevaban en su corona los faraones.

El rasgo común de todos los dragones es como todo tipo de características de animales de Tierra Mar y Aire, se fusionan de una forma tan armoniosa, que siempre resulta ser la criatura más bella e imponente que se haya visto, y que representa el más perfecto balance entre belleza y fealdad. Un animal divino y el único digno de ser el emblema y guardián del poder de la naturaleza. "
El simbolismo alrededor del dragón es esencialmente el de la lucha.[1] La lucha entre el dragón y un héroe o un dios tiene, sin embargo, distintos significados. En estos míticos combates el dragón asume dos papeles, el de devorador y el de guardián que tienen finalmente una sola raíz: el de un ser cósmico en espera, cuya acción implica la muerte -o el nacimiento- de un orden universal.[1] Así, en un principio fueron los devoradores de dioses -algunos mitos refieren a los dragones la causa de los eclipses, por ejemplo-, o sus enemigos -caso de Apofis y Pithon, enemigos del sol-; posteriormente los dragones fueron fuerzas a la que se les ofrecían doncellas de sacrificio, y no tardaron en concebirse como comedores de hombres. Mas ese papel no se aleja del de guardián, que implica la espera y mantenimiento de un orden, sea por una nueva vida para el universo o el de un lugar sagrado. Justamente porque son guardianes de algo sagrado es que son simbólicamente el puente a otro mundo o la prueba de todo héroe.
Las actitudes tomadas en las culturas del mundo frente a la figura del dragón y la lucha que supone se distancian en ocasiones. Particularmente comparando la idea del dragón en el Oriente lejano y la del dragón en Occidente. Los dragones chinos (o Longs), los japoneses (o Ryûs) y los coreanos son vistos generalmente como benévolos, mientras que los europeos son generalmente malévolos. Sin embargo, los dragones malévolos no están restringidos a Europa y ocurren también en la mitología persa y otras culturas. El tema es por supuesto complejo, y ha variado a lo largo de la historia, por ejemplo, entre los romanos, típicos representantes del Occidente antiguo, el dragón era considerado un símbolo de poder y sabiduría
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Nefertiti


Nefertiti fue una gran reina de la dinastía XVIII de Egipto, gran esposa real de Ajenatón (Akenatón). Su nombre egipcio, nfr.u itn, nfrt.y.ty, se traduce como "Belleza de Atón, la bella ha llegado".
Su belleza fue legendaria, pero tras su imagen sublime, parece que su papel político y religioso en el desarrollo de la experiencia amarniana fue fundamental.
Su reinado se distingue por la frecuencia con que se realizaron representaciones monumentales que evocaban a la pareja real en la intimidad, y en especial la proximidad de sus hijas (jamás antes de esa época el arte oficial había representado escenas familiares).
No se ha demostrado que sucediera a Ajenatón (Akenatón) tras su muerte; algunos egiptólogos creyeron que ella fue la que reinó con el nombre de Semenejkara; sería más verosímil hablar de reinado en colaboración parcial entre Ajenatón y su gran esposa real. Tampoco se ha podido demostrar que sobreviviera a su real esposo y por lo tanto, que ella fuese Semenejkara.

Esta establecido que el padre de Nefertiti era Ay, quien más tarde alcanzó la posición de faraón, sucediendo a Tutanjamón, a la muerte prematura de éste. Si bien se sabe que Ay estaba casado con una mujer llamada Tey, se sostiene que no era la madre de Nefertiti, ya que no portaba el título de “Madre Real de la Gran Esposa del Rey” sino algo así como “Gobernanta” de la principal esposa del rey.

Esfinges


Esfinge (< griego Σφίγξ) es el nombre griego de un animal fabuloso que se suele representar, generalmente, como un león recostado con cabeza humana. Las esfinges fueron ideadas por los antiguos egipcios y formaban parte de su compleja mitología; también tuvieron relevancia cultural en la mitología de los antiguos griegos.
La mayor y más antigua representación escultórica es la Gran Esfinge que se encuentra en Giza.

Ra, el dios del sol



Ra "Gran Dios" anónimo, demiurgo, dios solar de Heliópolis en la mitología egipcia. Ra era el símbolo de la luz solar, dador de vida, así como responsable del ciclo de la muerte y la resurrección.

Su representación más habitual era la de un hombre con cabeza de halcón, sobre la cual portaba el disco solar. Otra forma de culto que se dio a esta deidad fue como Ra-Horajty, un dios solar con cabeza de halcón, coronado por el disco solar y el uraeus, con cetro uas y anj.

A principios del Imperio Antiguo, Ra era sólo una de las varias deidades solares existentes, pero hacia 2400 a. C. se había convertido ya en el dios oficial de los faraones, que se consideraban sus hijos, e incluso sus reencarnaciones. Durante la dinastía V fue elevado a deidad nacional y posteriormente vinculado al dios tebano Amón para convertirse en Amón-Ra, la principal deidad del panteón egipcio.
Durante el Imperio Medio su importancia cedió ante el auge del culto a Osiris, si bien en Tebas fue identificado como el dios local Amón bajo la forma de Amón-Ra, venerado como "único creador de la vida".
Ra conservó la supremacía durante siglos, excepto durante el corto periodo de atonismo en tiempos de Ajenatón (1350-1334 a. C.), cuando el culto monoteísta a Atón se impuso en el reino de Egipto. Incluso el breve período durante el cual Amenhotep IV –que cambió su nombre a Ajenatón–, intentó imponer a Atón, el disco solar, en detrimento de Amón, es interpretado por los historiadores como una muestra de la persistencia del antiguo culto a Ra.
La identificación de Amón-Ra con Zeus o Júpiter fue reconocida por griegos y romanos. Los griegos incluso dieron el nombre de Dióspolis ciudad de Zeus a Tebas. El culto de Amón-Ra se ha relacionado en numerosas ocasiones con el de Apolo (Roma) por la simbología solar que ambos representan.

La leyenda mitológica más conocida en torno a Ra describe cómo durante el día cruzaba el cielo con su barca solar, mandyet, en tanto que por la noche viajaba en otra barca, Mesketet, a través de la Duat bajo la forma de Sol de poniente, Auf-Ra (carnero). Según los momentos del viaje, encarnaba tres entidades diferentes: al amanecer era Jepri; al mediodía, Horajty y al anochecer, Atum. Tras derrotar a la maléfica serpiente Apofis, la cual intentaba detener el avance de la barca, ascendía de nuevo al firmamento cada mañana.
Ra era poseedor de cuatro facultades: Hu (el gusto y la palabra), Maa (la visión), Sedyem (el oído) y Sia (el entendimiento y el tacto).

También tenía catorce ka: Dyefa (Ayefa) (abundancia), Aju (estrépito), Dyehen (resplandor), Heqa (magia), Hu (alimentación), Iri (producción de alimentos), Nejt (victoria), Pesedy (luminosidad), Shemes (fidelidad), Shepes (gloria), Seped (habilidad), Uas (honor), Udy (prosperidad), User (vigor). A veces, en el lugar de Uas, se indica Hu (brillantez).
Una de las razones por las que Ra fue considerado indestructible era porque nadie conocía su nombre. Esta creencia fue asimilada por varias religiones, entre ellas el judaísmo y el Islam, que denominan a su dios de múltiples formas pero establecen que se desconoce su nombre definitivo y cuyo conocimiento pronosticará el fin de los tiempos.

Horus, el elevado


Horus "el elevado", dios celeste y dios sanador en la mitología egipcia. Se le consideró iniciador de la civilización egipcia.

Es representado como halcón, u hombre con cabeza de halcón, con la corona Doble. También como un Sol con alas de halcón, sobre las puertas y en las salas de los templos; y con forma leonina como Harmajis. El símbolo jeroglífico del halcón sobre una percha se empleó desde la época predinástica para representar la idea de dios.

Horus es un dios muy antiguo, ya conocido en la época predinástica. Era un dios vinculado a la realeza que tutelaba a los monarcas tinitas, cuyo centro de culto era Hieracómpolis. Desde el Imperio Antiguo, el faraón es la manifestación de Horus en la tierra, aunque al morir se convertirá en un Osiris, y formará parte del dios creador Ra. Durante el Imperio Nuevo se le asoció al dios Ra, como Ra-Horajti.

Después de que Seth descuartizara a Osiris y lo repartiese por todo Egipto, Isis, lo buscó dia y noche sin parar, por cada rincón de Egipto. Al final Isis logró recuperar todos los pedazos de su difunto marido Osiris, pero hubo una parte que jamás pudo encontrar: el pene. Pero Isis pudo concebir mágicamente a Horus. Al poco tiempo de nacer, Horus, hijo de Osiris, fue escondido por su madre Isis y lo dejó al cuidado de Thot, dios de la sabiduría, que lo instruyó y crió hasta convertirse en un excepcional guerrero; al llegar a la mayoría de edad, ayudado por los Shemsu Hor luchó contra Seth para recuperar el trono de su padre, asesinado por Seth. Seth quedó como el dios del Alto Egipto y Horus del Bajo Egipto. Posteriormente Horus fue dios de todo Egipto, mientras que Seth era dios del desierto y de los pueblos extranjeros. Representa la lucha entre la fertilidad del valle del Nilo (Osiris) y la aridez del desierto (Seth).
Más adelante dejó el gobierno a los reyes míticos, denominados Shemsu Hor, según la tradición.
Como dios solar, Horus defiende la barca de Ra, con la ayuda de Seth, contra la gran serpiente Apofis. Además es el protector de Osiris en el inframundo egipcio, o Duat. Durante el juicio de Osiris, según el Libro de los Muertos, es el mediador entre el finado y Osiris.

Isis, diosa desconocida


Isis es una diosa egipcia cuyos orígenes se desconocen, a pesar de ser una de las principales diosas de Egipto en la época tardía. Debido a que su nombre en egipcio se escribe con el signo jeroglífico que representa el "trono" o "asiento", es posible que la diosa Isis fuese la personificación del poder del trono, aunque hay algunos egiptólogos que opinan que esa identificación corresponde más bien a una evolución tardía, indicando algunos de ellos que en varias tribus africanas, el trono del jefe de la tribu es conocido como la madre del rey, lo cual se puede identificar con lo especificado para la diosa Isis y si se tienen en cuenta los aspectos mitológicos.

En su versión antropomorfa, Isis es representada como una mujer que lleva un ajustado vestido y está coronada con el jeroglífico "trono" . A comienzos de la XVIII Dinastía y en los períodos tardíos es representada con los cuernos y un disco solar entre ellos al modo de la diosa Hathor, por tanto atributos tomados de esta última diosa. Los atributos que normalmente porta son el sistro y el menat (también tomados de la diosa Hathor) y, en sus manos, tan sólo suele llevar el anj (ankh), el signo jeroglífico "vida" y un bastón papiriforme.

Se la suele representar en posición sedente, y más comunmente en pie, y también arrodillada con su mano reposando sobre el signo _shen_. En estas dos últimas actitudes la diosa puede ser mostrada como una plañidera a menudo con sus brazos alrededor de la figura sedente o en pie de Osiris y en numerosas ocasiones con los brazos alados, como es habitual en los sarcófagos reales de la XVIII Dinastía.

Isis puede aparecer también en forma de escorpión en forma de ave, de cometa y como diosa madre incluso con forma de bóvido (semejante a Hathor o Apis). Igualmente puede contemplarse a la diosa en su forma de diosa árbol, dando de mamar al rey en su pecho que desciende de una de las ramas del árbol.

Se le reconoce igualmente en su forma de amuleto a través del _tyet_ o nudo de Isis, símbolo protector utilizado en la vida diaria de los antiguos egipcios y colocado entre los vendajes de las momias del Imperio Nuevo.

Genealogía/Relaciones con otros dioses: Isis, a medida que transcurría la Historia de Egipto, sufrió los efectos del sincretismo fundiéndose o tomando características y atributos de otras diosas; Isis quedó fundida con las diosas Astarté, Bastet, Nut, Renunet, Sotis y Hathor, esta última de gran importancia en su sincretismo dado que la diosa Isis toma de ella, como decíamos muchos de sus atributos iconográficos y de sus características mitológicas.

- Isis como hermana y esposa de Osiris.- De acuerdo con la Teología Heliopolitana, Isis y Osiris son hijos de Geb y Nut. Durante el poder de Osiris ejerciendo la realeza entre los hombres, Isis llegó a ser su hermana y su esposa. El mito de Isis y Osiris puede encontrarse en el relato de Plutarco "De Isis y Osiris". Con la muerte y desmembramiento de Osiris a manos de su enemigo Set, Isis y su hermana Neftis lloran desconsoladamente, buscando la primera los restos de su esposo fallecido, hasta que consigue reunir todas las partes de su cuerpo.

- Isis como hija de Gueb y de Nut y hermana de Set, Horus y Osiris.

- Isis como madre y protectora de Horus.- Gracias a su magia y tras reunir todos los trozos esparcidos del cuerpo de Osiris, la diosa Isis consigue revivir el miembro sexual de su esposo quedándose embarazada de él y dando a luz a un hijo, el dios Horus. Isis, a pesar de su avanzada edad sigue protegiendo y alimentando a su hijo Horus hasta que llega a ser rey de todo Egipto.

- Isis como madre del Rey.- Como esposa de Osiris y madre de Horus, Isis fue también la simbólica madre del rey, quien a su vez era la encarnación del dios Horus. Este hecho queda atestiguado ya en los Textos de las Pirámides (Declaración 2089) en donde se dice cómo el rey toma la leche de los senos de su madre Isis. Además, varios reyes serán así representados en la estatuaria. Este título de "hijo de Isis" que aparece ya en la I Dinastía (Petrie, W.M.F. "Royal Tombs". Vol. II) es recogido en un texto de Ramsés IV: "Soy un gobernante legítimo, no un usurpador, puesto que ocupo el lugar de mi progenitor, como hijo de Isis, ya que he aparecido como rey en el trono de Horus".

- Isis como madre de Min.- Según un texto del "Festival de Min" recogido por Erman-Blackman en "Literature" (Estela del Louvre C30) se da a entender que el dios Min es una forma del dios Horus: "Min da órdenes junto a su padre Osiris...", mientras que durante el Imperio Medio se denominaba a Min como "hijo de Osiris, nacido de la divina Isis". Kees en "Götterglaube" se refiere también a Isis como madre de Min ("Isis in Koptos").

- Isis como plañidera, sustento y protectora del difunto.- Junto con su hermana Neftis, Isis representa el arquetipo de la imagen de las plañideras tanto en al literatura como en el arte del antiguo Egipto. (Ver las Lamentaciones de Isis y Neftis).

- Isis-Sothis.- Fusión de Isis con la diosa Sothis en su carácter cósmico. Su verdadera posición en el cielo se refleja en un texto de época Ptolemaica en el que Isis se dirige a Osiris con las siguientes palabras: "Tu imagen sagrada, Orión en el cielo, sale y se pone cada día, yo soy Sothis que la sigue, y no la abandonaré" (Mélanges Maspero, I 340:4, 11-12), identificando así también la posición de Orión en el firmamento asociada a Osiris.

- Isis como reconciliadora de Horus y Set.- En al sección IV de la Teología Menfita, Isis aparece como reconciliadora de Horus y Set (II, 28b-31b).

- Isis forma tríada con Arensnufis y Harpócrates en Dendur.


Descripción: Aunque en un principio carece de origen cósmico, tiene numerosas asociaciones de este tipo: asume el papel de "Ojo de Horus"; además, según Plutarco, es venerada como una deidad lunar. Es equiparada con la estrella Sirio, al igual que Osiris lo es con la constelación de Orión, así se funde con la diosa Sothis, siendo en ocasiones denominada como Isis-Sothis.

La magia es uno de sus ámbitos. A través de su magia ,Osiris fue resucitado. La magia de Isis es invocada en numerosos encantamientos por quien pretendía su protección. Uno de los mitos que la caracterizan con mayor poder y habilidad es el mito del "Verdadero nombre de Ra": en este mito, la diosa Isis creó una serpiente que muerdía a Ra; el dios sol no es curado del veneno que la serpiente le ha inoculado con la mordedura hasta que no revela a Isis su verdadero nombre, con lo que el poder de la diosa será mayor que el del dios supremo, ya que conoce la esencia de su poder y su nombre secreto.

La diosa Isis también guarda una estrecha relación con el Nilo y sus crecidas; cuando el Nilo estaba en su punto más bajo, se decía que Isis y su hermana Neftis lloraban a Osiris. Sethe en su "Dramastische Texte", pág. 107, recoge un texto de época tardía que narra: "Los egipcios dicen que Isis llora a Osiris cuando el río empieza a crecer; y cuando inunda los campos, dicen que son las lágrimas de Isis".

Isis nace el en el cuarto día epagómeno. Parece que el último festival en su honor tuvo lugar en Roma en el año 394 d.C.

Epítetos y Titulaturas: En uno de los himnos del Templo de Filé, Isis es llamada " la Señora del Cielo, de la Tierra y del Inframundo...". En otro de los himnos se le denomina "Isis en todas sus manifestaciones" en relación con otras muchas diosas con las que era identificada y de quienes fue tomando atributos y caracteres. Otros de sus títulos son: "La Gran Señora", "La diosa madre", "Señora de Ra-a-nefer", "La reina de Mesen", "Señora de Hebet", "Señora de Abaton", "Señora de los países del Sur", "la divina, la única, la más grande de entre los dioses y diosas, la reina de todos los dioses ...el Ojo de Ra, la corona de Ra-Heru, Sept, ..., Señora del Año Nuevo...".

Osiris, sol difunto


Padre de Horus y marido de Isis, se le considera antepasado directo de la realeza. Osiris fué uno de los dioses más populares e importantes de todo el panteón egipcio. Su culto estaba centrado en Abydos y Busiris donde reemplazó a un antiguo dios local, Andyety (probablemente un personaje local divinizado) pero se extendió por todo Egipto. Surgió de Busiris, en egipcio Per-Usir, que significa "Templo o casa de Osiris", capital del noveno nomo del Delta. El término Osiris es una corrupción griega del nombre egipcio Asar (Usar, Usir). En el Reino Nuevo, en los textos funerarios se funde con Ra; así Osiris es el sol difunto y, en Heracleópolis Magna, se le denomina Osiris Naref. Otro nombre por el que se le conoce es Unnefer ("el que pone de manifiesto el bien"). "Príncipe de los dioses de la Duat" como dios de la muerte y del Más Allá, aunque, en un principio era un dios agrario que fue adoptando rasgos de otros dioses; genio de los cereales, espíritu de la vegetación y ante todo dios de la resurrección; los Textos de los Sarcófagos del Reino Medio lo identifican con el grano y con el trigo, símbolo de la semilla que muere para renacer más tarde en forma de espiga. Encarnaba la renovación, el renacimiento de la tierra después de la inundación; Osiris moría en la estación más seca y renacía tras la retirada de las aguas de la crecida, mientras que Seth reinaba entretanto como dios caótico del desierto. Osiris representa todo lo que renace, pero sobre todo el Nilo, símbolo de regeneración y fertilidad, dios de la inundación que conlleva la victoria de la tierra negra, el limo fértil con el que se le relacionaba, sobre las zonas de influencia de Seth, el desierto, las tierras áridas.. Como se afirma en el Papiro Chester Beatty: "Osiris es aquel que hace crecer el trigo y la cebada". En un himno del Reino Nuevo se describe al dios sosteniendo el universo terrestre, y la crecida del Nilo no es más que la transpiración de sus miembros; los cultivos y los monumentos levantados por el hombre gravitan en su espalda sin que se queje de una carga tan grande, pero a veces se mueve y la tierra tiembla. Por otra parte es un dios-rey; la iconografía clásica le confiere los atributos de la realeza: la corona atef, el heqa, atef, el heqa, o cetro uas, y el nejej, o flagelo, símbolos de poder supremo. Sin embargo su soberanía tiene como verdadero dominio el reino de los muertos y recibía el título de "Toro del Occidente", siendo el occidente el Más Allá. Según Plutarco, Osiris era hijo de Nut y Geb; cuando Ra se enteró de que estaba embarazada, le dijo a Nut que ningún mes ni ningún año se vería separada de él; mediante una estratagema, Thot jugó con Selene y le ganó la séptima parte de luz de cada día del año, y así Osiris nació en esos 5 días, que no pertenecían a ningún mes ni año y que son los días epagómenos; cuenta también que en el momento de su nacimiento se oyó una voz proclamando que el dios de la creación había nacido. Llegó a ser Rey mítico de Egipto y fue el que enseñó la civilización por medio de la amabilidad y la persuasión; enseñó a los hombres agricultura, estableció un código de leyes e hizo que los hombres adoraran a los dioses; una vez civilizada la tierra, marchó a otros países para seguir con sus enseñanzas, dejando a Isis como regente. A su vuelta, Seth y sus 72 compañeros hicieron que Osiris se encerrara en un arca con su forma, que cerraron inmediatamente; lo echaron al Nilo, en un lugar cercano a Abydos llamado Nedyt, que lo llevó hacia sus bocas tanaíticas, hasta Byblos. Isis fue a buscarlo y lo trajo de vuelta, pero Seth lo encontró y lo cortó en pedazos, que esparció por todo Egipto. Tras recomponer su cuerpo, Isis concibió con él a su hijo Horus, quien vengó su muerte gobernando Egipto y desterrando a Seth al desierto. Osiris no pudo volver a la Tierra y por eso permanece como dios del mundo inferior. Al ser Horus identificado con el Faraón vivo, éste cuando muere se convierte en Osiris, bajo cuya forma era adorado. Su sucesor, adoptando el título de Hijo de Horus celebraba y dirigía los actos funerarios de este "nuevo Osiris". En el Reino Medio todo muerto se transfiguraba en Osiris, ya que era un símbolo de inmortalidad. La inmortalidad de Osiris fue atribuida en parte al arte de embalsamamiento llevado a cabo por Anubis, en parte a Isis que le dio el aliento de vida por medio de sus alas, y en parte a Horus que abrazó a su padre y le dio a comer el ojo de Horus.

Hera, reina de los dioses


Hera es en la mitología griega, reina de los dioses, hija de los titanes Cronos y Rea, hermana y mujer del dios Zeus. Hera era la diosa del matrimonio y la protectora de las mujeres casadas. Era madre de Ares, dios de la guerra, de Hefesto, dios del fuego, de Hebe, diosa de la juventud, y de Ilitía, diosa del alumbramiento. Mujer celosa, Hera perseguía a menudo a las amantes y a los hijos de Zeus. Nunca olvidó una injuria y se la conocía por su naturaleza vengativa. Irritada con el príncipe troyano Paris por haber preferido a Afrodita, diosa del amor, antes que a ella, Hera ayudó a los griegos en la guerra de Troya y no se apaciguó hasta que Troya quedó destruida. Se suele identificar a Hera con la diosa romana Juno
Hefesto, en la mitología griega, dios del fuego y de la metalurgia, hijo del dios Zeus y de la diosa Hera o, en algunos relatos, sólo hijo de Hera. A diferencia de los demás dioses, Hefesto era cojo y desgarbado. Poco después de nacer lo echaron del Olimpo: según algunas leyendas, lo echó la misma Hera, quien lo rechazaba por su deformidad; según otras, fue Zeus, porque Hefesto se había aliado con Hera contra él. En la mayoría de las leyendas, sin embargo, volvió a ser honrado en el Olimpo y se casó con Afrodita, diosa del amor, o con Áglae, una de las tres gracias. Era el artesano de los dioses y les fabricaba armaduras, armas y joyas. Se creía que su taller estaba bajo el monte Etna, volcán siciliano. A menudo se identifica a Hefesto con el dios romano del fuego, Vulcano. La Fragua de Vulcano es el cuadro en el que Velázquez da su visión sobre los dioses transformándolos en campesinos o artesanos humanos

Hermes, el mensajero divino


Hermes, en la mitología griega, mensajero de los dioses, hijo del dios Zeus y de Maya, la hija del titán Atlas. Como especial servidor y correo de Zeus, Hermes tenía un sombrero y sandalias aladas y llevaba un caduceo de oro, o varita mágica, con serpientes enrolladas y alas en la parte superior. Guiaba a las almas de los muertos hacia el submundo y se creía que poseía poderes mágicos sobre el sueño. Hermes era también el dios del comercio, protector de comerciantes y pastores. Como divinidad de los atletas, protegía los gimnasios y los estadios, y se lo consideraba responsable tanto de la buena suerte como de la abundancia. A pesar de sus virtuosas características, también era un peligroso enemigo, embaucador y ladrón. El día de su nacimiento robó el rebaño de su hermano, el dios del sol Apolo, oscureciendo su camino al hacer que la manada anduviera hacia atrás. Al enfrentarse con Apolo, Hermes negó haber robado. Los hermanos acabaron reconciliándose cuando Hermes le dio a Apolo su lira, recién inventada. En el primitivo arte griego, se representaba a Hermes como un hombre maduro y barbado; en el arte clásico, como un joven atlético, desnudo e imberbe como puede comprobarse en el Hermes de Praxíteles, en Olimpia

Ares, dios de la guerra


Ares, en la mitología griega, dios de la guerra e hijo de Zeus, rey de los dioses, y de su esposa Hera. Los romanos lo identificaban con Marte, también un dios de la guerra. Agresivo y sanguinario, Ares personificaba la brutal naturaleza de la guerra, y era impopular tanto para los dioses como para los seres humanos. Entre las deidades asociadas con Ares estaban su consorte, Afrodita, diosa del amor, y deidades menores como Deimo (temor) y Fobo (terror), que lo acompañaban en batalla. Aunque feroz y belicoso, Ares no era invencible, ni siquiera frente a los mortales.
El culto de Ares, que se creía originario de Tracia, no estaba muy difundido en la antigua Grecia y, donde existía, carecía de significación social o moral. Ares era una deidad ancestral de Tebas y tenía un templo en Atenas, al pie del Areópago o colina de Ares.

Poseidon, dios del mar


Poseidón, en la mitología griega, dios del mar, hijo del titán Cronos y la titánide Rea, y hermano de Zeus y Hades. Poseidón era marido de Anfitrite, una de las nereidas, con quien tuvo un hijo, Tritón. Poseidón, sin embargo, tuvo otros numerosos amores, especialmente con ninfas de los manantiales y las fuentes, y fue padre de varios hijos famosos por su salvajismo y crueldad, entre ellos el gigante Orión y el cíclope Polifemo. Poseidón y la gorgona Medusa fueron los padres de Pegaso, el famoso caballo alado.
Poseidón desempeña un papel importante en numerosos mitos y leyendas griegos. Disputó sin éxito con Atenea, diosa de la sabiduría, por el control de Atenas. Cuando Apolo, dios del sol, y él decidieron ayudar a Laomedonte, rey de Troya, a construir la muralla de la ciudad, éste se negó a pagarles el salario convenido. La venganza de Poseidón contra Troya no tuvo límites. Envió un terrible monstruo marino a que devastara la tierra y, durante la guerra de Troya, se puso de lado de los griegos.
El arte representa a Poseidón como una figura barbada y majestuosa que sostiene un tridente y a menudo aparece acompañado por un delfín, o bien montado en un carro tirado por briosos seres marinos. Cada dos años, los Juegos Ístmicos, en los que había carreras de caballos y de carros, se celebraban en su honor en Corinto. Los romanos identificaban a Poseidón con su dios del mar, Neptuno.

Hades, dios del inframundo


Hades, en la mitología griega, dios de los muertos. Era hijo del titán Cronos y de la titánide Rea y hermano de Zeus y Poseidón. Cuando los tres hermanos se repartieron el universo después de haber derrocado a su padre, Cronos, a Hades le fue concedido el mundo subterráneo. Allí, con su reina, Perséfone, a quien había raptado en el mundo superior, rigió el reino de los muertos. Aunque era un dios feroz y despiadado, al que no aplacaba ni plegaria ni sacrificio, no era maligno. En la mitología romana, se le conocía también como Plutón, señor de los ricos, porque se creía que tanto las cosechas como los metales preciosos provenían de su reino bajo la tierra.
El mundo subterráneo suele ser llamado Hades. Estaba dividido en dos regiones: Erebo, donde los muertos entran en cuanto mueren, y Tártaro, la región más profunda, donde se había encerrado a los titanes. Era un lugar oscuro y funesto, habitado por formas y sombras incorpóreas y custodiado por Cerbero, el perro de tres cabezas y cola de dragón. Siniestros ríos separaban el mundo subterráneo del mundo superior, y el anciano barquero Caronte conducía a las almas de los muertos a través de estas aguas. En alguna parte, en medio de la oscuridad del mundo inferior, estaba situado el palacio de Hades. Se representaba como un sitio de muchas puertas, oscuro y tenebroso, repleto de espectros, situado en medio de campos sombríos y de un paisaje aterrador. En posteriores leyendas se describe el mundo subterráneo como el lugar donde los buenos son recompensados y los malos castigados

Afrodita, diosa del amor


Afrodita, en la mitología griega, diosa del amor y la belleza, equivalente a la Venus romana. En la Iliada de Homero aparece como la hija de Zeus y Dione, una de sus consortes, pero en leyendas posteriores se la describe brotando de la espuma del mar y su nombre puede traducirse como 'nacida de la espuma'. En la leyenda homérica, Afrodita es la mujer de Hefesto, el feo y cojo dios del fuego. Entre sus amantes figura Ares, dios de la guerra, que en la mitología posterior aparece como su marido. Ella era la rival de Perséfone, reina del mundo subterráneo, por el amor del hermoso joven griego Adonis.
Tal vez la leyenda más famosa sobre Afrodita está relacionada con la guerra de Troya. Eris, la diosa de la discordia, la única diosa no invitada a la boda del rey Peleo y de la nereida Tetis, arrojó resentida a la sala del banquete una manzana de oro destinada "a la más hermosa". Cuando Zeus se negó a elegir entre Hera, Atenea y Afrodita, las tres diosas que aspiraban a la manzana, ellas le pidieron a Paris, príncipe de Troya, que diese su fallo. Todas intentaron sobornarlo: Hera le ofreció ser un poderoso gobernante; Atenea, que alcanzaría una gran fama militar, y Afrodita, que obtendría a la mujer más hermosa del mundo. Paris seleccionó a Afrodita como la más bella, y como recompensa eligió a Helena de Troya, la mujer del rey griego Menelao. El rapto de Helena por Paris condujo a la guerra de Troya.

Atenea, de medusa en égida


Atenea, una de las diosas más importantes en la mitología griega. En la mitología latina, llegó a identificarse con la diosa Minerva, también conocida como Palas Atenea. Atenea salió ya adulta de la frente del dios Zeus y fue su hija favorita. Él le confió su escudo, adornado con la horrorosa cabeza de la gorgona Medusa, su 'égida' y el rayo, su arma principal. Diosa virgen, recibía el nombre de Parthenos ('la virgen'). En agradecimiento a que Atenea les había regalado el olivo, el pueblo ateniense levantó templos a la diosa, el más importante era el Partenón, situado en la Acrópolis de Atenas.

Apolo, hijo de Zeus


Apolo (mitología), en la mitología griega, hijo del dios Zeus y de Leto, hija de un titán. Era también llamado Délico, de Delos, la isla de su nacimiento, y Pitio, por haber matado a Pitón, la legendaria serpiente que guardaba un santuario en las montañas del Parnaso. En la leyenda homérica, Apolo era sobre todo el dios de la profecía. Su oráculo más importante estaba en Delfos, el sitio de su victoria sobre Pitón. Solía otorgar el don de la profecía a aquellos mortales a los que amaba, como a la princesa troyana Casandra.
Apolo era un músico dotado, que deleitaba a los dioses tocando la lira. Era también un arquero diestro y un atleta veloz, acreditado por haber sido el primer vencedor en los juegos olímpicos. Su hermana gemela, Ártemis, era la guardiana de las muchachas, mientras que Apolo protegía de modo especial a los muchachos. También era el dios de la agricultura y de la ganadería, de la luz y de la verdad, y enseñó a los humanos el arte de la medicina.
Algunos relatos pintan a Apolo como despiadado y cruel. Según la Iliada de Homero, Apolo respondió a las oraciones del sacerdote Crises para obtener la liberación de su hija del general griego Agamenón arrojando flechas ardientes y cargadas de pestilencia en el ejército griego. También raptó y violó a la joven princesa ateniense Creusa, a quien abandonó junto con el hijo nacido de su unión. Tal vez a causa de su belleza física, Apolo era representado en la iconografía artística antigua con mayor frecuencia que cualquier otra deidad.

Zeus, gobernante del monte olimpo


Zeus es en la mitología griega, dios del cielo y soberano de los dioses olímpicos. Zeus corresponde al dios romano Júpiter.
Según Homero, se consideraba a Zeus padre de los dioses y de los mortales. No fue el creador de los dioses y de los hombres; era su padre, en el sentido de protector y soberano tanto de la familia olímpica como de la raza humana. Señor del cielo, dios de la lluvia y acumulador de nubes blandía el terrible rayo. Su arma principal era la égida, su ave, el águila, su árbol, el roble. Zeus presidía a los dioses en el monte Olimpo, en Tesalia. Sus principales templos estaban en Dódona, en el Epiro, la tierra de los robles y del templo más antiguo, famoso por su oráculo, y en Olimpia, donde se celebraban los juegos olímpicos en su honor cada cuatro años. Los juegos de Nemea, al noroeste de Argos, también estaban dedicados a Zeus.
Zeus era el hijo menor del titán Cronos y de la titánida Rea y hermano de las divinidades Poseidón, Hades, Hestia, Deméter y Hera. De acuerdo con uno de los mitos antiguos sobre el nacimiento de Zeus, Cronos, temiendo ser destronado por uno de sus hijos, los devoraba cuando nacían. Al nacer Zeus, Rea envolvió una piedra con pañales para engañar a Cronos y ocultó al dios niño en Creta, donde se alimentó con la leche de la cabra Amaltea y lo criaron unas ninfas. Cuando Zeus llegó a la madurez, obligó a Cronos a vomitar a los otros hijos, que estaban deseosos de vengarse de su padre. Durante la guerra que sobrevino, los titanes lucharon del lado de Cronos, pero Zeus y los demás dioses lograron la victoria y los titanes fueron enviados a los abismos del Tártaro. A partir de ese momento, Zeus gobernó el cielo, y sus hermanos Poseidón y Hades recibieron el poder sobre el mar y el submundo, respectivamente. Los tres gobernaron en común la tierra.
En la obra del poeta griego Homero, Zeus aparece representado de dos maneras muy diferentes: como dios de la justicia y la clemencia y como responsable del castigo a la maldad. Casado con su hermana Hera, es padre de Ares, dios de la guerra; de Hebe, diosa de la juventud; de Hefesto, dios del fuego, y de Ilitía, diosa del parto. Al mismo tiempo, se describen las aventuras amorosas de Zeus, sin distinción de sexo (Ganimedes), y los recursos de que se sirve para ocultarlas a su esposa Hera.
En la mitología antigua son numerosas sus relaciones con diosas y mujeres mortales, de quienes ha obtenido descendencia. También sus metamorfosis en diversos animales para sorprender a sus víctimas, como su transformación en toro para raptar a Europa (véase Los toros y la mitología). En leyendas posteriores, en las que se introducen otros valores morales, se pretende mostrar al padre de los dioses a salvo de esta imagen libertina y lasciva. Sus amoríos con mortales se explican a veces por el deseo de los antiguos griegos de vanagloriarse de su linaje divino.
En la escultura, se representa a Zeus como una figura barbada y de apariencia regia. La más famosa de todas fue la colosal estatua de marfil y oro, del escultor Fidias, que se encontraba en Olimpia.

Anubis, el dios de los muertos



Anubis era el "Señor de la necrópolis", la ciudad de los muertos, que situaban siempre al oeste, y era el encargado de guiar al espíritu de los muertos al "otro mundo", la Duat, dentro de las creencias egipcias.


Su nombre egipcio era Anpu (Inpu, Ienpu, o Imeut). Anubis es su nombre helenizado. Los escritores griegos lo asociaban con Hermes. Los romanos lo tenían dentro de sus deidades bajo el nombre de Hermanubis.


Anubis era representado como un perro, o chacal negro, y como un hombre con cabeza de perro o chacal, probablemente porque estos animales se encontraban comúnmente en los cementerios, que daría a los antiguos egipcios una relación entre el perro, el chacal y la muerte.


Anubis era el antiguo dios de la Duat. Anubis estaba relacionado no sólo con la muerte, también con la resurrección después de la muerte, y era pintado en color negro, color que representa la fertilidad.


Cuando Osiris subió al poder en el mundo de los muertos, la Duat, Anubis tomó un papel secundario, limitándose a embalsamar los cuerpos de los faraones, guiarlos a la necròpolis y cuidarla con su vida. Los siervos de Anubis usaban unas mascaras rituales con su figura en la ceremonia de embalsamamiento del faraón. También Anubis era el encargado de vigilar, junto a Horus, la balanza en la que se pesaban los corazones de los difuntos durante el Juicio de Osiris.
Los primeros textos religiosos no le asignan progenitores, aunque en los Textos de las piramides su hija es Qebehut, la diosa que purificaba al difunto. En los Textos de los sarcofagos, Bastet o Hesat, eran su madre. En otros textos era hijo de Ihet (diosa de la mitología de Esna); también de Ra y Neftis, de Seth y Neftis, de Sejmet-Isis y Osiris (en Menfis), o de Sopedu.
Plutarco escribió que Anubis era hijo de Osiris y Neftis. Osiris, dejó embarazada a Neftis, la hermana de Isis, en vez de a su esposa. Sucedió por estar borracho, o porque Neftis se disfrazó de Isis, según otros textos. Así, Neftis engendró a Anubis.
También Anubis es considerado el hijo ilegitimo de Seth, engendrado por Neftit. Seth decide asesinarlo al enterarse de su nacimiento, pero Neftis entregará el niño a Isis, la hermana y esposa de Osiris, quien lo protege y cría. Cuando Seth mata a Osiris, Anubis ayudará a Isis a resucitar al dios. Por esta razón Anubis era el encargado de embalsamar a los faraones, y guiarlos a la necrópolis.